El método Polgar, desarrollado por el pedagogo húngaro László Polgar, se basa en la idea de que los genios no nacen, sino que se hacen. Polgar creía que la estimulación y especialización desde una edad temprana podían desarrollar habilidades excepcionales. Para demostrar su teoría, educó a sus tres hijas en casa, enfocándose en el ajedrez. Todas ellas se convirtieron en maestras destacadas en este campo, desafiando la noción tradicional de que el talento es innato.
Una de las ventajas del método es su enfoque en la enseñanza intensiva y personalizada, lo que permite desarrollar habilidades cognitivas y estratégicas. Sin embargo, también plantea preguntas sobre el equilibrio entre el desarrollo del talento y el bienestar emocional de los niños.
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